jueves, 26 de diciembre de 2013

Bora Bora, un rincón que visitar

Este reportaje lo escribí para Kiniro Magazine. He de decir que no he estado  nunca en Bora Bora pero después de escribir estas líneas añadí la isla a mi top ten de viajes que quiero hacer en un futuro.


Bora Bora, un rincón que visitar

Vacaciones a otro mundo. Suena bien, ¿no?

Pues algo parecido es posible en Bora Bora, una isla tropical situada en la Polinesia francesa, al noroeste de Tahití. Concretamente es un atolón, es decir, una isla de arrecifes de coral con una laguna interior que conecta con el mar. Tiene forma de anillo y es bastante pequeñita, con tan solo 29,3 kilómetros cuadrados de extensión.



Este paraíso natural esta rodeado por aguas cristalinas y playas de arena blanca que hacen de esta isla el destino ideal para pasar unas vacaciones especiales o unos días románticos con tu pareja.

Bora Bora depende casi al cien por cien del turismo. Los hoteles de lujo son muy frecuentes en este lugar y la mayoría cuentan con bungalows de estilo polinesio y villas privadas flotando sobre las aguas de la laguna, con terrazas tipo chill out y habitaciones con vistas al maravilloso entorno que rodea a este paraje sin igual. Despertar aquí puede ser una de las mejores experiencias que existen, sobre todo si a los pocos minutos de abrir los ojos puedes disfrutar de un desayuno recién llegado a bordo de una canoa, un servicio que ofrecen algunos alojamientos de categoría superior asentados en la zona.



En cuanto a su gastronomía, es muy típico el shushi combinado con frutas exóticas que crecen en los alrededores de la isla. Su plato más famoso es probablemente el Tamaaraa, un conjunto de alimentos variados, como pescado, pollo o cochinillo, entre otros, cubiertos por hojas de banano y sacos de yute cocidos en unos hornillos enterrados típicos de allí. En cuanto a las bebidas, es un pecado irse de Bora Bora sin probar uno de sus cócteles de frutas exóticas, como puede ser el Maitai, que consiste en una mezcla de rones, piña fresca y cointreau.

Pero esto no es todo, porque además de relax y gastronomía, Bora Bora ofrece una gran cantidad de actividades para amenizar tus vacaciones. Una de las atracciones más típicas es la visita en jeep al monte Otemanu, donde el espectador puede disfrutar de increíbles vistas de toda la isla.

Si eres de los que prefieres actividades más tranquilas, puedes dar un paseo en piragua o  en catamarán por las aguas turquesas de la laguna, haciendo una parada en alguno de los motus (pequeños islotes que rodean la isla) para comer o dar un paseo.

Otra actividad clásica de este lugar son las visitas submarinas para visualizar las formaciones que se han creado bajo la superficie y para conocer las criaturas marinas que habitan en las profundidades de la zona. Y si te gusta la pesca, puedes alquilar pequeños botes o barcos más grandes con un patrón para salir a alta mar.


¿Sigues pensando que viajar al fin del mundo es una utopía?

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